Maurice Ravel es el compóstor de la obra músical "El Bolero". Esta genial sinfonía es realizada por una orquesta filarmónica donde los fallos no existen. Al principio de la melodía se puede sentir una profunda tranquilidad casi hasta llegar al sueño. Luego de trasladarte al limbo que se encuentra entre el sueño y la realidad se unen más instrumentos cada vez más fuertes y más rápidos. Esto hace que te despiertas y puedas imaginarte varias cosas distintas a la vez solo a través del sentido del oído. Me hubiera gustado estar en la obra Garnier de París el 28 de noviembre de 1928, fecha en que fue estrenada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario